El avance de “Furia de titanes 2025” comienza con un panorama dramático del monte Olimpo, con su majestuosa cima que se alza sobre mares tumultuosos azotados por tormentas.
Iluminada por relámpagos que se reflejan en un cielo amenazador, resuena la voz imponente de Zeus (interpretado una vez más por Liam Neeson) que declara: “La unidad divina está fracturada. El equilibrio se ha tambaleado y el mundo pende precariamente al borde de la anarquía”.
Pasamos a Perseo (interpretado por Sam Worthington), curtido por las batallas y el tiempo, de pie y decidido sobre un peñasco azotado por el viento, mientras observa los mares tempestuosos que hay debajo. “Me atreví a creer que los conflictos habían concluido”, susurra, “pero una oscuridad más profunda se cierne por delante”.
La narración se desarrolla en las profundidades del inframundo, donde Hades (encarnado por Ralph Fiennes) avanza a grandes zancadas por un reino envuelto en sombras, con un semblante grave. Dirigiéndose a una presencia invisible, entona: “La lealtad de Zeus vacila. Su reinado se acerca a su ocaso y, con él, el destino de todo el Olimpo pende de un hilo”.