Maya, la elefanta de 59 años, muestra signos de recuperación. Después de casi una semana de negarse a comer, Maya, una querida elefanta asiática del zoológico de Oakland, comenzó a mostrar interés en la comida después de reunirse con su antiguo cuidador, Michael Richardson.
La salud de Maya había ido decayendo, con signos alarmantes que incluían una pérdida de peso significativa y una disminución de la función de los órganos, lo que provocó la preocupación de sus cuidadores. Michael Richardson, que ahora tiene 83 años, viajó desde Sacramento para visitar a Maya después de que le informaran de su estado, lo que provocó una respuesta inmediata y profunda del elefante.
Al escuchar la voz de Michael, Maya levantó la cabeza y se acercó a él, demostrando una conexión notable que se había establecido a lo largo de décadas de cuidados. Después de su reunión, Maya comenzó a comer de nuevo y mostró un mayor compromiso con su entorno, lo que dio lugar a lo que se ha denominado el “efecto Richardson”.
El zoológico inició el Proyecto Maya para estudiar el impacto de los vínculos emocionales en el bienestar animal, documentando la recuperación de Maya y la importancia de las conexiones sociales en el cuidado de los animales. Su vínculo se ha convertido en un símbolo de esperanza, impulsando debates sobre la profundidad de la conciencia animal y la importancia de las relaciones entre humanos y animales en los zoológicos de todo el país.