John Carter es una película estadounidense de ciencia ficción, acción y aventuras de 2012 dirigida por Andrew Stanton, escrita por Stanton, Mark Andrews y Michael Chabon, y basada en A Princess of Mars, el primer libro de la serie de novelas Barsoom de Edgar Rice Burroughs.
Producida por Jim Morris, Colin Wilson y Lindsey Collins, está protagonizada por Taylor Kitsch en el papel principal, Lynn Collins, Samantha Morton, Mark Strong, Ciarán Hinds, Dominic West, James Purefoy y Willem Dafoe. Narra la primera aventura interplanetaria de John Carter y sus intentos de mediar en los disturbios civiles entre los reinos en guerra de Barsoom.
Desde la década de 1930, varios estudios y productores importantes habían intentado adaptar la serie Barsoom. La mayoría de estos esfuerzos finalmente se estancaron en el infierno del desarrollo. A fines de la década de 2000, Walt Disney Pictures comenzó un esfuerzo concertado para adaptar las obras de Burroughs al cine, después de un proyecto abandonado en la década de 1980. El proyecto fue impulsado por Stanton, quien había presionado a Disney para renovar los derechos cinematográficos de los herederos de Burroughs.
Stanton se convirtió en el director de la nueva película en 2009. Fue su debut en acción real, después de su trabajo como director para Disney en las películas animadas de Pixar Buscando a Nemo y WALL-E. El rodaje comenzó en noviembre de 2009, con la fotografía principal en marcha en enero de 2010, terminando siete meses después, en julio. Michael Giacchino, quien compuso la música de muchas películas de Pixar, compuso la música. Al igual que Brave de Pixar ese mismo año, la película está dedicada a la memoria de Steve Jobs.
Fue estrenada en los Estados Unidos por Walt Disney Studios Motion Pictures el 9 de marzo de 2012, marcando el centenario de la primera aparición del personaje titular. Se presentó en formatos Disney Digital 3-D, RealD 3D e IMAX 3D. Recibió críticas mixtas, con elogios por sus efectos visuales, la banda sonora de Giacchino y las secuencias de acción, pero críticas por la caracterización y la trama. Fracasó en la taquilla norteamericana, pero estableció un récord en su estreno en Rusia: recaudó 284 millones de dólares a nivel mundial.