Marcus Thompson, un viudo de 48 años, visita el refugio de animales Cedar Grove Animal Shelter por insistencia de su hija, Rebecca, para combatir su soledad tras la muerte de su esposa, Sarah, a causa de un cáncer. En el refugio, Marcus se encuentra con Blue, un pitbull gris azulado que ha estado en el refugio durante casi dos años después de ser rescatado de un ring de peleas, donde fue utilizado como perro de cebo.
Blue muestra signos de profunda angustia emocional, llorando a diario desde su llegada, lo que lleva a Marcus a empatizar con el dolor y la soledad del perro. Después de pasar tiempo con Blue, Marcus decide adoptarlo, lo que marca un punto de inflexión significativo en la vida de ambos, ya que comienzan a sanar de sus respectivos traumas.
Durante el año siguiente, Marcus y Blue desarrollan un fuerte vínculo, y Blue ayuda a Marcus a afrontar su dolor y lo anima a volver a comprometerse con la vida. Su historia gana atención local y nacional, lo que conduce a esfuerzos de extensión comunitaria, incluidos programas educativos sobre rescate de animales y tenencia responsable de mascotas.
Cinco años después de su encuentro inicial, Marcus reflexiona sobre cómo Blue ha transformado su vida, ayudándolo a encontrar nuevamente el propósito y la alegría y al mismo tiempo inspirando a otros en la comunidad.