Durante este proceso, el artista no solo tuvo que lidiar con las pruebas médicas, sino que también enfrentó una profunda depresión. “Caí en una depresión terrible”, confesó. Soto explicó que es complicado para otros entender la montaña rusa de emociones que experimentó: la incertidumbre, el miedo, y la angustia por no saber qué le depararía el futuro. Afortunadamente, los resultados médicos finalmente fueron favorables, lo que le permitió recuperarse y retomar su vida con precauciones y tratamiento adecuado.