Otro gran nombre que se apagó es el de Alan Rickman, quien encarnó al enigmático Severus Snape. Su fallecimiento en 2016 a los 69 años dejó un vacío en el corazón de los fanáticos. Rickman, que conocía el destino de su personaje desde el inicio, aportó una complejidad emocional que lo convirtió en uno de los favoritos del público.