El contenido de la carta, que se hizo público tras una subasta en 2024, revela las preocupaciones de Diana sobre el futuro de la monarquía y su deseo de que Ana cuidara de sus hijos, Guillermo y Harry, en caso de que ella ya no estuviera. Este gesto, a pesar de la frialdad que caracterizó su relación, sugiere que Diana veía en Ana una figura que podría ofrecer el tipo de apoyo que ella misma no había recibido.