La historia de la tiara Lovers Knot se remonta a 1914, cuando fue encargada por la reina María. A lo largo de los años, se convirtió en un favorito de Diana, quien la utilizó en numerosos eventos oficiales. Su diseño, caracterizado por nudos de amantes en diamantes y perlas colgantes, la ha consagrado como una de las piezas más reconocibles de la monarquía.