Nacido el 14 de noviembre de 1948, Carlos fue el primogénito de la entonces Princesa Isabel y el Príncipe Felipe, lo que automáticamente lo convirtió en el heredero más joven en la historia británica. A pesar de los esfuerzos de su niñera por ofrecerle una infancia normal, la realidad de ser un futuro monarca le impuso una carga pesada desde sus primeros años. Mientras otros niños disfrutaban de la libertad, él se enfrentaba a un mundo de protocolos y expectativas que a menudo lo aislaban.